“El Escorial de la Rioja Monasterio de San Millán de Yuso”
“El Escorial de la Rioja Monasterio de
San Millán de Yuso”
Cuentan las crónicas que hoy martes 4 de diciembre los monasterios
de Suso y Yuso en San Millán de la Cogolla (La Rioja) cumplen 15 años dentro de
la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO con el balance de dos
millones de visitantes recibidos y su consolidación como referentes culturales
en torno a la lengua.
Esto, aun siéndolo, no es lo novedoso. Lo novedoso, atractivo y de
interés cultural es lo que la revista Blanco y Negro publicó
en Madrid un 16 de Mayo de 1920. Es todo un reportaje con todos los alardes tipográficos de uso en aquella época.
La primera página está dedicada al entonces Príncipe de Asturias y a
sus hermanos D. Jaime, D. Juan y D. Gonzalo. Y en la página sin numerar 24
empieza el reportaje sobre San Millán de la Cogolla, firmado con el seudónimo
de un tal Juan Cualquiera, común en aquella época.
El rimbombante
titulo del reportaje es nada más y nada menos el que sigue y transcribo
literalmente:
Por Juan Cualquiera
En el pintoresco valle de San Millán de la Cogolla, al pie del cerro de este nombre y a la izquierda del río Cárdenas, se halla enclavado el antiguo monasterio de Yuso, residencia que fue de monjes Benedictinos y hoy de los PP. Agustinos Recoletos.
Don García de Navarra, hijo de Sancho el Mayor, mandó construir un suntuoso convento, que quedó terminado en los días de Sancho el de Peñalén, el año 1064, para guardar los restos mortales de San Millán y las reliquias.
Del convento que mandó edificar D. García sólo quedan vestigios; el moderno edificio estaba modificado ya en los siglos XV y XVI, habiéndose construido los claustros alto y bajo en 1554. En ellos hay varias sepulturas que se distinguen por su magnificencia, así como la sala capitular, la librería, la escalera y otras estancias, lo cual ha valido a este monasterio el sobrenombre de El Escorial de la Rioja. La iglesia se edificó en 1642, y tiene tres naves de mucha altura sostenidas por doce columnas de ancha base.
La construcción románica del siglo XI ha desaparecido. La nave mayor está interceptada por suntuoso coro de estilo del Renacimiento, con trascoro churrigueresco y rejas de prolija labor y mérito extraordinario.
En la cabecera del presbiterio se ve el hermoso retablo de arquitectura greco-romana del siglo XVII, con un gran cuadro que representa a San. Millán, o mejor dicho, San Emiliano, vestido de monje y a caballo, tal como se dice que se apareció en la batalla de Simancas al ejército del conde Fernán González.
Entre el presbiterio y el coro, el crucero, lleno de luz, ilumina el bello conjunto.
La puerta que da acceso al claustro procesional es también de estilo churrigueresco. Detrás del coro hay un magnífico púlpito de madera tallada, obra de gran mérito.
La sacristía está en el claustro bajo, y es una verdadera maravilla de estilo y riqueza. La adornan cuadros de gran valor artístico. También los hay en el claustro alto, doce de ellos pintados por el profesor navarro Juan de Espinosa y otros por Fr Juan de Rizi. En el mismo claustro se encuentra la notable biblioteca, que contiene numerosísimos volúmenes.
Tal es el monasterio llamado de Yuso para distinguirlo del otro que se halla en el monte de Suso.
Como ésta hay en España no pocas joyas olvidadas, aunque sean merecedoras de la contemplación de los amantes de lo bello. La rutina lleva a la curiosidad por caminos trillados, pese a la belleza de otros sitios.” J.C.
Esto fue ayer. Hoy La Medusa se alegra de haber
hecho de ratón de biblioteca para traerles lo que se escribía de San Millán
hace casi 100años. De igual manera viendo jugar a unos 10 críos saliendo de la escuela
aquí en San Millán, donde acuden a balbucear las primeras letras, tirar lar
primeras líneas y adquirir las herramientas para poder echar las primeras
cuentas comprueba que lo que relata el tal Juan Cualquiera como joya olvidada hoy
todavía se mantiene viva como está abierta esa escuela rural demostrativa de la
vitalidad de un pueblo donde, convertido en un continuo trasiego de visitantes,
les dan las gracias al no alterar la rutina de la localidad y es que vienen
porque son Patrimonio de la Humanidad.
Texto y fotografías de La Medusa
Paca y archivo dela revista Blanco y Negro. Copyright ©
PD. Hoy y haciendo una excepción le dedico este post a mi nietecito que
para eso se llama Millán. ¡Millancete, va por ti!
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